Escribo esta entrada preguntándome por qué aún no se menciona la menstruación en contratos y reglamentos laborales, y ni siquiera en las planeaciones del día a día, incluso dentro de organizaciones que trabajan por los derechos humanos.
Al adentrarme en esta cuestión encuentro una constante: es un tema tabú, incluyendo toda la fase menstrual; en Luna Roja, Miranda Gray dice que “en la sociedad moderna, el ciclo menstrual se experimenta como un fenómeno pasivo del que sólo se admite su «aparición», ya que todo el proceso restante se ignora o bien se oculta”.
Esto, aparte de que se nos enseña a enfrentarlo en privado y en silencio, por el miedo a que se nos considere débiles o exageradas. Y, claro, reconocer que hay lapsos donde estoy sin energía, angustiada o con dolor no resulta girl boss-superwoman de nuestra parte.
Si una girlboss quieres ser, tu periodo no debes esconder
Me pregunto también cómo viven las mujeres de mi entorno. No sé si al conectarse frente a su monitor o estar ante contrapartes de trabajo mis compañeras muchas veces están experimentando algún sufrimiento por la menstruación. Si acaso platicamos del tema, surgió como algo casual y sin trascendencia, aunque si las afecciones de este ciclo nos incomodan o impiden que trabajemos de forma eficiente, definitivamente influye en nuestro desempeño.
Clara Esparza, en la revista Pikara Magazine, se pregunta “¿Cómo encajar lo que representan verdaderamente los cuidados en un entorno en el que los beneficios se miden con base en nuestro nivel de productividad?”, y en un modelo que “no tiene en cuenta las necesidades específicas de las mujeres”. ¡Difícil!
Ella considera que es imprescindible romper con el “patrón masculino” que rige el funcionamiento de las empresas humanas, porque a través de este molde se ha establecido “una manera única de hacer” que incluye “las hormonas del estrés y las hormonas del descanso”, pero no los patrones o ritmos que necesitan nuestros cuerpos como mujeres.
Loading… licencias menstruales
En 2017, el gobierno del Estado de México propuso por primera vez en América Latina que se autorizara el descanso laboral a las mujeres con dismenorrea incapacitante. Por lo demás, en México solo Colima, Hidalgo y Nuevo León prevén legalmente la “licencia menstrual”.
Igualmente, falta considerar cómo realmente aborda esto el sistema de salud; cuáles son los parámetros para considerar cuando la dismenorrea es “incapacitante”, y que los días necesarios de ausencia pueden variar debido a que las personas vivimos de diferentes formas y con diversas intensidades las dolencias de los trastornos menstruales.
¡Menstruación digna en las acciones de cuidado laboral!
Para incorporar el tema de la menstruación digna a los derechos del trabajo y, en general, a las políticas laborales, el autocuidado es clave; es importante conocer nuestro ciclo menstrual y parar cuando sea necesario para atender nuestras necesidades. Y también que lo incluyan las organizaciones y otros lugares donde trabajamos.
Clara Esparza nos habla acerca de la productividad cíclica, un concepto que considera todo el ciclo menstrual en la dinámica laboral, “dando lugar al descanso como parte imprescindible y base para nuestro propio rendimiento”. El mundo ideal.
Y para el mundo real, la UNICEF hace recomendaciones para manejar la menstruación, que recojo brevemente pensando en que se implemente en las áreas laborales:
- En las oficinas es vital contar con materiales de emergencia para absorber y recoger la sangre menstrual
- El botiquín de primeros auxilios también debe contar con medicamentos para el dolor de cólicos y compresas calientes
- Es clave tener un entorno adecuado para cambiar las toallas, tampones, copas.. así como un lugar para deshacerse de estos suministros o para higienizar materiales reutilizables, como las copas de silicón
- Como empleadorxs, tener la apertura para conversar con las trabajadoras sobre su estado durante sus ciclos, así como considerar opciones adecuadas y las licencias menstruales dentro de las planeaciones cotidianas
¡Descubramos juntes iniciativas de cuidado e incorporemos la noción de menstruación digna en el trabajo!
