Cómo delegar comunicación sin perder el control del mensaje del proyecto

El dilema del project manager

Estás liderando un proyecto social complejo. Tienes indicadores, cronograma, metas claras. Sabes que la comunicación es importante… pero no puedes hacerlo todo.

Así que lo delegas: a una agencia, a alguien del equipo, a un consultor externo o incluso a un voluntario. Y ahí aparece el miedo: “¿Van a decir lo que debe decirse?” “¿Se entenderá bien el enfoque del proyecto?” “¿Y si sobreprometen, o no comunican lo esencial?”

Spoiler: delegar comunicación no tiene por qué significar perder el control. Pero sí requiere estructura, claridad… y confianza.

Lo que sí puedes (y debes) controlar

  1. El marco narrativo del proyecto Define desde el inicio:
  2. Los mensajes clave Aunque el equipo de comunicación traduzca, redacte y adapte, tú puedes —y debes— establecer los mensajes base:
  3. La alineación con objetivos del proyecto Toda acción de comunicación debería responder a la pregunta: ¿Esto nos acerca o nos aleja de los objetivos del proyecto? Si la comunicación solo busca “visibilidad” pero no está alineada con los fines del proyecto, se vuelve decorado.

Lo que hay que aprender a soltar

  1. El cómo se dice El tono, formato, estética o incluso el lenguaje pueden variar según el canal y la audiencia. A veces, lo que te parece “demasiado informal” es justo lo que necesita la audiencia para entender y conectar.
  2. La ejecución técnica Confiar en quienes saben comunicar no es debilidad, es estrategia. No necesitas revisar cada post o reel si hay una narrativa clara y un marco de validación compartido.

¿Cómo lograr este equilibrio?

  • Crea una hoja de ruta de comunicación del proyecto Incluye: objetivos, públicos clave, mensajes, lineamientos narrativos, tono, estilo visual, procesos de validación.
  • Ten reuniones regulares con el equipo de comunicación No para revisar “lo que ya hicieron”, sino para alinear criterios, ajustar el rumbo y retroalimentar.
  • Define quién valida qué (y hasta dónde) Evita el cuello de botella del “todo pasa por dirección” si no es necesario. Establece criterios y confía en el equipo.
  • Evalúa la comunicación en función de impacto, no solo estética ¿Movilizó? ¿Explicó? ¿Generó la conversación que queríamos?

Cierre: delegar es diseñar con claridad

Delegar comunicación sin perder el mensaje no se trata de controlar cada detalle. Se trata de diseñar bien el marco y confiar en quienes lo ejecutan. Porque cuando el equipo sabe qué decir, por qué decirlo y a quién hablarle, no estás perdiendo control: estás multiplicando impacto.

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