El dilema del project manager
Estás liderando un proyecto social complejo. Tienes indicadores, cronograma, metas claras. Sabes que la comunicación es importante… pero no puedes hacerlo todo.
Así que lo delegas: a una agencia, a alguien del equipo, a un consultor externo o incluso a un voluntario. Y ahí aparece el miedo: “¿Van a decir lo que debe decirse?” “¿Se entenderá bien el enfoque del proyecto?” “¿Y si sobreprometen, o no comunican lo esencial?”
Spoiler: delegar comunicación no tiene por qué significar perder el control. Pero sí requiere estructura, claridad… y confianza.
Lo que sí puedes (y debes) controlar
- El marco narrativo del proyecto Define desde el inicio:
- Los mensajes clave Aunque el equipo de comunicación traduzca, redacte y adapte, tú puedes —y debes— establecer los mensajes base:
- La alineación con objetivos del proyecto Toda acción de comunicación debería responder a la pregunta: ¿Esto nos acerca o nos aleja de los objetivos del proyecto? Si la comunicación solo busca “visibilidad” pero no está alineada con los fines del proyecto, se vuelve decorado.
Lo que hay que aprender a soltar
- El cómo se dice El tono, formato, estética o incluso el lenguaje pueden variar según el canal y la audiencia. A veces, lo que te parece “demasiado informal” es justo lo que necesita la audiencia para entender y conectar.
- La ejecución técnica Confiar en quienes saben comunicar no es debilidad, es estrategia. No necesitas revisar cada post o reel si hay una narrativa clara y un marco de validación compartido.
¿Cómo lograr este equilibrio?
- Crea una hoja de ruta de comunicación del proyecto Incluye: objetivos, públicos clave, mensajes, lineamientos narrativos, tono, estilo visual, procesos de validación.
- Ten reuniones regulares con el equipo de comunicación No para revisar “lo que ya hicieron”, sino para alinear criterios, ajustar el rumbo y retroalimentar.
- Define quién valida qué (y hasta dónde) Evita el cuello de botella del “todo pasa por dirección” si no es necesario. Establece criterios y confía en el equipo.
- Evalúa la comunicación en función de impacto, no solo estética ¿Movilizó? ¿Explicó? ¿Generó la conversación que queríamos?
Cierre: delegar es diseñar con claridad
Delegar comunicación sin perder el mensaje no se trata de controlar cada detalle. Se trata de diseñar bien el marco y confiar en quienes lo ejecutan. Porque cuando el equipo sabe qué decir, por qué decirlo y a quién hablarle, no estás perdiendo control: estás multiplicando impacto.