Soy adicta en recuperación. ¿Cuál fue mi punto de crisis? Cuando me di cuenta de que Instagram, Amazon y Youtube me comían ocho horas o un poco más de mi día y mi noche, aunque en mi cabeza me compraba el discurso de que no tenía tiempo suficiente para hacer las cosas que me gustan.
También cuando noté que, en mis momentos libres, por impulso tomaba el celular para scrollear lo que fuera, incluyendo aun las app de la CFE. O que me daba un temblorsillo en la vena de un ojo cuando salía olvidando mi celular.
Sé que no soy la única, que es un mal no solo de mi generación, sino de la época, y que como toda adicción, requiere de un proceso lento de desintoxicación, pues seguramente ya conocerás el asunto de la dopamina y todo lo que genera este artefacto en nuestro cerebro.
Me consolé al ver que a mi querida Lorde le sucedía algo semejante. En una entrevista a propósito de su último disco, Solar Power, reveló cómo logró superar su adicción a internet inspirada por el libro Cómo no hacer nada, de Jenny Odell. “Veía que mi tiempo de pantalla llegaba como a 11 horas y sabía que era solo por mirar el Daily Mail”, dijo. “Recuerdo que me senté en la cama y me di cuenta de que podía llegar al final de mi vida y haber hecho esto todos los días. Y depende de mí elegir, ahora mismo. Así que simplemente elegí”.
Para lograr su desintoxicación no bastó la voluntad, tuvo que configurar su celular en escala de grises, quitarle el navegador de internet, inhabilitar el acceso a sus redes sociales y solicitar a un amigo codificador que hiciera que Youtube fuera inaccesible desde su laptop.
A partir de esto idee mi propio plan de desintoxicación, comenzando por aceptar tres acuerdos conmigo misma: 1) Si algo urge, sea familiar o laboral, me llamarán, así que no necesito estar atenta cada minuto al celular; 2) las apps están hechas para ser atractivas y adictivas, así que no importa cuánto hagas, si quieres dejarlas no pretendas limitar tu tiempo en ellas, bloquéalas, y 3) usar mi smartphone como celular, o sea, para llamadas, ver mapas, poner música y listo, nada de redes sociales o tiendas digitales.
El segundo paso fue buscar apps que me ayudarán con mi cometido, pues yo no tenía un amigo codificador que reprogramara mi cel, y resulta que alguien ya lo había pensado, de modo que encontré tres buenas opciones para transformar el celular en una herramienta básica. A ver qué te parecen:
- AppBlock bloquea apps y web. Tiene tres niveles de restricción para que tu desintoxicación sea progresiva, así como el tiempo que quieras bloquear cada app. Además, posee su espejo para laptops, de manera que puedes bloquear las páginas que te son adictivas para procrastinar y así te sea posible enfocarte mejor.
- VirtuMap tiene todo un componente psicológico detrás, pues está pensada no solo para ayudar a desintoxicarte, sino a eliminar la procrastinación en general. Al instalarla te aplica un test para evaluar tu nivel de procrastinación y te da un programa a seguir por un mes o hasta durante un año.
- Minimalist Phone es mi favorita y la que uso actualmente, pues a diferencia de las dos primeras, reprograma el celular para dejar una interfaz limpia que solo tenga las aplicaciones clásicas, y su nivel de restricción es mucho más estricto que la primera, por lo cual me ayuda realmente a no acceder a ninguna red social aunque esté muriéndome por hacerlo. La mala noticia es que solo está disponible para Android.
Como todo adicto, una de las fuentes que te ayuda a seguir con tu desintoxicación es saber que no estás solo, que no eres original en tu padecimiento y que hay un inmenso grupo de personas que está pasando por lo mismo.
Y, bueno, como bonus te recomiendo esta serie de entregas de El País, que te ayudan a seguir.
Buena suerte.