Por qué ver películas de terror puede hacerte más resiliente

Siempre pensé que era una característica bizarra mía: desde los 7 años empecé a ver películas de terror para levantarme el ánimo, y ya en la universidad veía una casi a diario, mientras que algunos fines de semana la función se duplicaba, pues solía asistir a festivales que duraban toda la madrugada, en edificios abandonados o en bosques.

Ahí me di cuenta de que no era la única que encontraba felicidad en el terror. Como decía Alfred Hitchcock, «a todos nos gusta ver un buen crimen, siempre que nosotros no seamos la víctima». Hay una gran comunidad que ha transformado el terror en diversión y, sí, en una fuente de fortunas.

También creía que ver terror me servía de entrenamiento para el caos. Me había proporcionado las bases para reconocer situaciones que parecían semejantes a las que había visto y prender mi alarma sobre qué hacer. Aprendí, por ejemplo, que muchas víctimas caen cuando dudan en acabar con el asesino, o cuando se lastiman los pies, y sé que el mayor terror proviene del ser humano, que suele ser el mayor monstruo.

Este supuesto entrenamiento que mi yo adolescente decía tener al ver tantas películas de terror no es equivocado; de hecho, según Mathias Clasen, director del Laboratorio de Miedo Recreativo de la Universidad de Aarhus y autor de «Why Horror Seduces», fue saludable para mi salud mental. Por eso, aquí te explico cómo el entretenimiento de terror puede ayudarte a mejorar tu salud mental.

De acuerdo con su tesis, el terror nos activa mecanismos neurobiológicos antiguos que nos permiten sentir placer porque explota una faceta ancestral que nos fue heredada por nuestros antepasados y sigue vigente en nosotros, «el sistema de miedo».

Nuestros ancestros vivían en un mundo lleno de peligros, con amenazas y depredadores por todas partes. En respuesta desarrollaron su sistema de miedo, que los ayudó a mantenerse alerta y, sobre todo, vivos. Ahora que supuestamente el mundo es menos peligroso, al menos en cuanto a depredadores constantes, nuestro sistema de miedo permanece; seguimos siendo vigilantes y temerosos.

«Al exponernos al horror controlado, como nos lo permite el entretenimiento de terror en cualquier medio, podemos realizar un test a nuestro sistema para asegurarnos de que funciona correctamente. El horror controlado nos permite experimentar lo que se siente estar realmente asustado y nos enseña a manejar emociones negativas. Incluso nos permite refinar habilidades de enfrentamiento que podemos aplicar en situaciones críticas en nuestra propia vida», explica el propio Clasen en TED.

También nos permite construir una sensación de dominio que puede trasladarse a otros aspectos de nuestra vida. Hay estudios que sugieren que incluso puede ayudarnos a expandir nuestros límites en cuanto a la cantidad de estimulación negativa que podemos soportar; por ejemplo, enfrentarte a tus temores y ansiedades de manera controlada y transformarlas en experiencias placenteras.

Así que, si eres un fan del terror como yo, ¡bien hecho! Probablemente tengas una salud mental un poco más resiliente, necesaria para este mundo en el que nos toca vivir. Y si no, es momento de poner unos buenos clásicos de terror: te dejo tres recomendaciones en diferente escala, tú decide 🙂.  Básico | Medio | Avanzado

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